viernes, 15 de febrero de 2008

Sube el descontento popular

El gobierno de Alan García es uno de los más impopulares de nuestra historia. Lo dicen las encuestas y lo reafirman las masas populares. Los días próximos verán el inicio de lo que podría llamarse la ofensiva del descontento.El lunes 18 empieza en costa, sierra y selva el paro agrario nacional, medida que pronosticamos a comienzos de año, en vista de la traición de García a sus promesas electorales respecto al agro.Además de eso, García y su partenaire Jorge del Castillo se niegan a dialogar con los gremios agrarios. No lo han hecho ni una sola vez en 18 meses. Pero cada lunes, eso sí, el Apóstata se reúne con los magnates de la agroindustria, la agroexportación y las importaciones alimentarias.Las amenazas del TLC contra el agro, el alza brutal de los fertilizantes sintéticos, el hundimiento en el precio de la papa, la virtual sequía en el norte: nada de eso conmueve al régimen.Más fácil le resultó maniobrar con la cúpula de la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego, que hace una semana firmó la paz por separado con el gobierno. Pero el “acta de entendimiento” así lograda ha sufrido una derrota fulminante: el miércoles 13, las bases de la Junta la rechazaron por unanimidad. El gobierno ha tenido, por ­otra parte, que retroceder en su política de tierra arrasada respecto a los bienes aledaños a sitios históricos. No ha querido derogar la Ley 29164; pero ha debido modificarla.Cusco ha sido la vanguardia lúcida e impetuosa de la oposición regionalista que ha impuesto esa marcha atrás oficial. Ahora, la ley deja en manos de cada gobierno regional el decidir cuáles zonas aledañas pueden ser dadas en concesión a empresas privadas.La modificación no anula el carácter privatista y violatorio del dispositivo. Eso de que los gobiernos regionales y las oficinas del Instituto Nacional de Cultura van a ser árbitros en la materia no garantiza nada. Dependerá en cada caso de la orientación de esos organismos. Por eso, Cusco inicia la próxima semana su huelga general indefinida.Se necesita una ley general de conservación de los bienes culturales que sea producto de consulta y debate con regiones y especialistas, sobre todo arqueólogos y antropólogos.Hay otras áreas de fricción. ­Una es la idea de captar maestros sólo en el tercio superior de alumnos de Educación. Ningún especialista aprueba esa medida, que olvida la realidad heterogénea de los estudios y de las notas pedagógicas.La idea de privatizar millones de hectáreas de la selva arrasando pueblos y biodiversidad exaspera a la Amazonía. Un Presidente de la República que ha llegado a proponer una jornada de trabajo de 16 horas o más para los empleados públicos, puede ser el hazmerreír ­universal; pero por eso mismo hay que refrenarlo en temas que exigen seriedad.

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